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Publicado en “Clarín”, Buenos Aires, 03 de diciembre de 2011


Crearon el primer mapa de rayos de la Argentina

Muestra las tormentas eléctricas de cada región. En Buenos Aires, por ejemplo, hay 65 días con descargas al año, y la Puna es la zona más castigada. Servirá para tomar precauciones y estudiar la incidencia del fenómeno en la muerte de personas.


Sibila Camps

El poder de destrucción de los rayos ha sido tan temido por la humanidad desde el comienzo de los tiempos, que todas las mitologías le han reservado una deidad. En la Grecia antigua, por ejemplo, Zeus, el padre de los dioses y los hombres, era también el dios del cielo y del trueno, y uno de sus atributos era el rayo. Sin embargo, hace apenas diez años que se conoce cómo se carga de electricidad una nube.

Y nuestro país tiene recién ahora mapas exactos de descargas eléctricas.

“Que haya rayos es totalmente natural: es la manera de que se descargue el circuito y vuelva a cargarse. Son parte del proceso de la vida”, comenta Gabriela Nicora, geofísica, investigadora del Conicet en el Citedef, el centro de investigaciones científicas y técnicas del Ministerio de Defensa.

Conocer dónde caen los rayos “tiene importancia estratégica para el país, por razones de seguridad”, observa el doctor Eduardo Quel, gerente científico del Citedef. Importa en función de la aviación, las construcciones civiles, los gasoductos, los radares, las antenas, las instalaciones eléctricas y líneas de alta tensión. “Las empresas de protección sobreestiman los costos, cuando los rayos tendrían que tomarse como un parámetro meteorológico”, sostiene Nicora.

La geofísica comenzó a relevar datos a través de antenas instaladas en Trelew, Córdoba y Comodoro Rivadavia; en breve habrá una cuarta en la Capital. En la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba se hallan sus tutores de tesis doctoral, los investigadores del Conicet Rodrigo Bürgesser y Edgardo Ávila, que forman el único grupo del país abocado al estudio de nubes, ya que es en las nubes altas donde suelen producirse los rayos.

Las antenas los detectan por ondas electromagnéticas de muy baja frecuencia. Las tres están integradas a la red World Wide Lightning Location Network (WWLLN).

A partir de estas herramientas, la científica confeccionó un mapa general y cuatro estacionales, que revelaron que la mayor cantidad de tormentas eléctricas ocurre en zonas continentales – en el mar son excepcionales –, y en los trópicos, sobre todo en verano, algo menos en otoño, y muy poco en invierno. Son los cielos del noroeste y de la Mesopotamia los que más se iluminan (entre 90 y 110 días de tormentas eléctricas al año), seguidos en menor medida por Córdoba y San Luis (70 días al año). En Buenos Aires son 65 días al año.

¿Cómo se hacía antes, cuando no existían estas antenas? Como la descarga eléctrica del rayo se manifiesta por la luz – el relámpago – y el trueno – que puede oírse hasta a 15 km de distancia –, “los observadores del Servicio Meteorológico Nacional, cada vez que oían un trueno, lo anotaban como día de tormenta”, cuenta Nicora.

Por eso, en los antiguos mapas ceráunicos – como se llaman – no figuraba la zona más centelleante de la Argentina, la Puna, donde el firmamento se resquebraja hasta 130 días al año. ¿En la Puna, donde llueve apenas unos 300 milímetros en doce meses? “Puede haber tormenta eléctrica sin lluvia”, aclara la investigadora. Y en el resto del país, los días de tormenta solían ser mucho menos que los reales.

Ahora, Nicora quiere mejorar los mapas a una escala menor, para poder relacionarlos con las muertes por electrificación por rayo. En ciertas zonas, cuando hay tormenta, mejor quedarse adentro.

http://www.clarin.com/sociedad/ciencia/Crearon-primer-mapa-rayos-Argentina_0_602339921.html